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Revista: Cañasanta
Sitio en la red: http://www.canasanta.com/
Dirección de contacto: info@canasanta.com
País: Canadá
Director general: Angel Fernández (Gélico)
 
Teresa Dovalpage: Ante todo, hago hincapié en que un escritor consulte al menos cuatro o cinco ejemplares de una revista antes de enviar una colaboración, del tipo que sea. (Vamos, para que no le vaya a proponer a una sobre decoración de interiores un cuento de ciencia ficción.) Ahora, después que el autor haya hecho su “tarea” y si su material se corresponde con el estilo de la publicación, ¿aceptan ustedes colaboraciones espontáneas? Angel Fernández: Por supuesto. Un escritor, un artista, no debe enviar su obra sin consultar, previamente, otras posibilidades. Es decir, que tenga una opción u opciones en publicar en diferentes revistas. No todas las publicaciones se proyectan del mismo modo. La revista Cañasanta, desde un principio, mantuvo su propósito. El proyecto comenzó alrededor del 2003, con una idea que le propuse al escritor cubano Lorenzo Lunar. Tuvimos la intención de crear una revista virtual un tanto regional, más cubana y villareña. Se tituló La Glorieta. Debido a problemas económicos y del mundo, hubo una pausa entre nosotros y el proyecto fue dilatándose y quedó solo dentro de las carpetas virtuales. Más adelante aparece Cañasanta, con una mayor ambición y esparcimiento, como un mensaje y zurcido para muchos escritores y artistas iberoamericanos contemporáneos. Cañasanta siempre está abierta a colaboraciones, nuevas ideas, nuevos talentos. 

Teresa Dovalpage: Eso de “mensaje y zurcido” suena muy bien. ¿Aceptan cuentos, minicuentos, fragmentos de novela? ¿Deben ser inéditos o pueden haber aparecido ya en algún otro formato? ¿Cuál es la extensión mínima y cuál es la máxima?

Angel Fernández: Al principio, se decidió hacer una revista de carácter estrictamente literario. Luego se abrieron otras coyunturas, otros canales, dando oportunidad a nuevos valores, a nuevas voces. Siempre quisimos sobresaltar el talento latinoamericano, que es amplio, inmenso. Con el transcurso del tiempo me he dado cuenta que somos una gran masa cultural, imponentes, exclusivos. Por ende, creamos más secciones y es esa la gran variedad de espacios que tenemos para exponer a nuestros artistas y sus obras. Es “eso” lo que define a nuestra Cañasanta.  Aceptamos casi todo tipo de creación literaria, desde cuentos hasta poesía, asimismo, fragmentos de novelas. Visitando nuestras páginas te darás cuenta de la pluralidad.

Con respecto a los textos inéditos, creo, que ahí está la pregunta del millón, algo ambiguo: muchos tienen diferentes criterios al respecto -¡todavía conservo la duda si una obra publicada en el Internet se mantiene inédita o no!- En mi opinión, no lo creo. La Web es nuestro libro, nuestra revista, el panfleto de los tiempos modernos. Como tampoco se debe subvalorar una obra ‘en-línea’ por no estar en papel. En muchas revistas virtuales hay millones de creaciones de suma importancia y que son ciegas a grandes editoriales de este Planeta. Eso no se debe ocultar ni omitir. Aunque pienso que no es lo mismo publicar los textos en un Blog personal que en una Revista Literaria (virtual); incluso, hay que analizar siempre el alcance de visitas que mantengan ambos. Puesto que un Blog personal, a veces, tiene más fuerza en calidad y englobado que ciertas revistas literarias ya consagradas. Entonces, miles de ojos por ahí pasan y te ven, te critican, te alaban, te analizan, te opinan. Es decir, tu texto existe, está publicado, es vida.  Como revista, lógicamente, nos interesa lo fresco, el texto virgen, lo inédito. Es una característica indispensable para los que trabajamos en una Editorial y los que se mantienen al margen de Google Noticias. Y si no lo fuese, pero es enviado por su primera persona, por su autor o editor, es publicable igual; pues será “hojeado” por otro grupo que está interesado paralelamente. Hay quienes no han leído nunca El Quijote, Rayuela o un texto muy bueno que publicó otra revista virtual. Publicarlo nuevamente en otro espacio es un nuevo regalo. Otro que lo lea, sabe que ha abierto un nuevo horizonte. El conocimiento y el saber nunca debe ser truncado ni bloqueado por nadie ni por nada.

 Teresa Dovalpage: Gracias por dar explicaciones tan detalladas. Entonces, entiendo que publican artículos, ensayos, reseñas o entrevistas a autores, ¿verdad? ¿Deben ser materiales inéditos o pueden haber aparecido ya en algún otro formato?

 Angel Fernández: En la historia que tiene la revista Cañasanta, desde que nació en el otoño del 2005, han pasado un sinnúmero de autores y artistas consagrados y de fama internacional, como también muchos noveles: esos que comienzan con cierta timidez, pero con obras que tienen el mismo nivel y calidad que un autor glorificado. En nuestras páginas podemos observar el gran mosaico intelectual que posee la cultura hispanoamericana; de autores que viven en distintas latitudes del globo, pero que se igualan por compartir las mismas inquietudes. Tenemos, en la sección de Literatura, categorías para ensayos, también El Dossier, que agrupa de todo un poco: reseñas, relatos, anécdotas, opiniones, etc. Siempre publicamos con el consentimiento del autor, que es quien nos envía los textos.

Con relación a lo inédito ya lo mencioné anteriormente.

 Teresa Dovalpage: Aparte de leerse unos cuantos números anteriores, ¿qué le aconsejarían a un autor que quiera publicar en su revista?

Angel Fernández: Quisiera volver a tu primera pregunta, con respecto a lo que se difunde en nuestra publicación, una publicación bastante variada que va desde la música hasta la literatura. La calidad de los textos y del contenido es imprescindible.  La Revista Cañasanta es una nueva puerta para los escritores y artistas iberoamericanos que tienen una obra establecida o aún en sus orígenes. Solo tienen que velar por la excelencia, la eficacia –en todos los aspectos- de la obra que envían. Jugar con el estilo y la voz que reflectamos.  Todo ser creativo tiene sus épocas secas. No hay que preocuparse por ello, pues de esas sequías también nos retroalimentamos. Ser consistentes es el hecho. Perseverar siempre y ser mejores cada día. En el oficio constante está la clave del triunfo. Como me dijo un día mi gran amigo caricaturista Pedro Méndez: “Trabaja, trabaja, trabaja. Siempre trabaja… cuando te canses, comienza a trabajar”.

 Teresa Dovalpage: ¡Excelente cita! Gracias, Ángel, por aceptar esta entrevista.