Grupo Sierra Maestra
El grupo musical Sierra Maestra, fundado en La Habana hace 35 años, se presentó en KTAO el martes 10 de abril, en una presentación coordinada por Roots & Wires, para poner a los taoseños a bailar al ritmo del son cubano. La banda, que fuera nominada para un Grammy Latino en 2010, es uno de los conjuntos más representativos de este género musical.
Los integrantes de Sierra Maestra fundaron la banda cuando la mayoría de ellos eran estudiantes de la Universidad de La Habana. Tomaron el nombre de la cadena montañosa más grande de la isla, situada en el este del país. Allí surgió el tipo de música que ellos han preservado y continúan tocando: el son clásico, que apareció por primera vez en Cuba en los años 20.
El bajista y director del grupo es Eduardo Himely, de hablar pausado y ojos inteligentes. Himely enfatiza la necesidad de mantener el estilo del son, del que los miembros de Sierra Maestra se consideran celosos guardianes.
El lanzamiento oficial del grupo, recuerda Himely, ocurrió en un programa de televisión llamado Todo el Mundo Canta (el equivalente cubano de American Idol, que se transmitía durante los años 70 y 80).
“Debutamos con una canción tradicional, pero que aún hoy día la gente piensa que es de nuestra autoría,” cuenta Himely. La canción se titula El guanajo relleno —en Cuba les llamamos guanajos a los pavos o guajalotes— y tiene un ritmo contagioso. Además, es una celebración del buen comer: “ay, qué bueno, qué bueno, un guanajo relleno,” dice el estribillo.
Esta composición, explica Himely, es realmente de Ignacio Piñeiro, el famoso sonero y compositor cubano que fundara el Septeto Habanero en 1927.
La historia musical de Sierra Maestra está jalonada por éxitos. Juan de Marcos González, uno de sus cofundadores, fue una figura clave para la grabación y el éxito posterior del popularísimo primer disco de la banda Buena Vista Social Club, en el que participaron otros integrantes de Sierra Maestra. Actualmente González es parte de otro grupo musical, Afro-Cuban All Stars, pero sus antiguos compañeros de Sierra Maestra lo recuerdan con cariño y admiración.
Sierra Maestra hace frecuentes giras por América y Europa. Antes de comenzar la presente, que va de una costa a la otra de Estados Unidos, estuvieron en Gran Bretaña (uno de los músicos llevaba un jersey que decía I Love London), y también han visitado Francia, Italia y muchos otros países del Viejo Continente.
Ésta es la sexta vez que vienen a tocar a Estados Unidos; las anteriores fueron en 1995, 1996, 1999, 2001 y 2011, cuando tocaron en Miami. ¡Pero es la primera ocasión que visitan Taos!
“Nadie debe irse de Estados Unidos sin haber visitado Nuevo México,” dice Himely, agregando que la ciudad le recuerda la región del Escambray, una zona montañosa de Cuba.
Antes de pasar por Taos, Sierra Maestra había visitado ya Chicago, Ann Arbor, Seattle, San Francisco, Napa Valley y otras ciudades de California, y Albuquerque. De Santa Fe, que es su próximo destino, viajarán a Filadelfia y a distintos lugares de Pensilvania, y terminarán la gira con broche de oro en el Town Hall de Nueva York el 21 de abril.
Al preguntarle si no se cansaban de viajar (en total habrán participado en más de veinte shows durante el transcurso de un mes) Himely me contestó: “Uno se transforma cuando se sube al escenario. No importa el cansancio ni el sueño. De hecho, los mejores conciertos que ha dado Sierra Maestra han ocurrido cuando más cansados estábamos.”
Carlos Puisseaux, percusionista, vocalista y administrador de la banda, coincide con Himely en que el arte trasciende las fronteras de lo físico. “Cuando el músico se sube al escenario, se transforma, vibra.”
Eduardo Rico Menéndez, uno de los miembros más jóvenes de la banda, toca bongó y conga. Proviene de una familia de músicos, entre los que se destaca Tata Guines, un percusionista de fama. Nunca ha estudiado música formalmente en un conservatorio, pero la tradición familiar ha influido en él. “A los cinco años ya yo tocaba solo,” dice Eduardo. “Me regalaron una tumbadora y desde entornes no he parado de hacer música.”
Carlos Puisseaux es babalawo (sacerdote de Santería) además de músico. Me comenta sobre la estrecha relación entre su profesión y sus creencias.
“La música lo abarca todo, y la Santería no es una excepción. Por ejemplo, tenemos una canción, Changó Ta Vení, en la que se le hace un homenaje a esta deidad,” dice. Changó es el orisha, o dios afrocubano, del trueno, el fuego y la guerra, que se identifica en la religión católica con Santa Bárbara.
Otra canción de inspiración religiosa incluida en el repertorio de Sierra Maestra es Criolla Carabalí, perteneciente al disco de este nombre. Parte de la letra se canta en abakúa, idioma de la sociedad de los ñáñigos, de origen africano y que fuera una organización secreta por muchos años.
Durante el concierto, taoseños y turistas bailaron al ritmo de canciones que Sierra Maestra popularizara en los años 80 como Elena la cumbanchera (una cumbancha es una fiesta muy movida).
“Ha sido una experiencia inolvidable,” me dice Linda Pacheco, estudiante de UNM que fue al concierto para bailar… y practicar su español. “Ojalá que Sierra Maestra regrese pronto a Taos.”
Para disfrutar una versión de Elena la Cumbanchera por el grupo Sierra Maestra en YouTube vayan aquí