Nueva novela en inglés

¡Hola!

Me había tomado otro descansito después de completar la quinta novela de la serie Havana Mystery que se titula Last Seen in Havana –la segunda parte de Death under the Perseids. ¡Y estoy feliz como una lombriz porque ya se puede ordenar por adelantado en Amazon!  

La trama de Last Seen in Havana, publicada por Soho Crime, como las otras novelas de la misma serie, ocurre en capítulos que alternan entre finales de los ochenta y 2018. Los ochenta se ven con los ojos casi siempre asombrados de Sarah, una americanita (yuma pa los cubanos) que visita La Habana en 1985 y decide quedarse allá. Se casa con un teniente guapachoso y tienen una hija —¡nuestra amiga Mercedes, de Death under the Perseids! A Sarah le dan una nueva identidad, Tania Rojas, y ella, con la mejor intención, hace todo lo posible para cubanizarse, pero una cosa es con guitarra y otra es con violín. Las cartas que le escribe a su amigo Rob, estudiante en la Universidad de Berkeley, reflejan la fascinación inicial que Sarah siente por la isla, sus esfuerzos por entender el cubaneo y su creciente desencanto con la tierra que en un momento dado quiso adoptar como suya.

En los capítulos que ocurren en 2018, Mercedes está muy pancha como cocinera, dulcera y copropietaria de La Baquería Cubana en Miami. Nunca ha sabido el verdadero nombre de su madre pues «Tania Rojas» desapareció cuando su hija tenía dos años. El padre de Mercedes, Joaquín, murió en Angola un año después de la desaparición de su mujer. La única que puede saber algo es la abuela paterna de Mercedes, Mamina, que fue quien la crió, pero la señora no suelta sus secretos ni aunque le den candela como al macao. Ahora, para colmo, tiene problemas de memoria, así que Mercedes decide zumbarse de vuelta a Miramar y hacerle unas cuantas preguntas, por desagradables que resulten, a su señora abuela… antes de que sea demasiado tarde.

En esta novela juego mucho con el tema del arraigo. ¿Qué significa ser de un sitio o de otro? Al haber vivido fuera de mi país natal durante veintisiete años, el tema me resulta muy personal. En la novela, Mercedes se esfuerza por encontrar no solo a su madre, sino también un sitio al que llamar hogar. Al igual que Sarah, se pregunta a dónde pertenece en realidad. ¿Qué es exactamente el hogar? ¿Y dónde está?

El apartamento donde viví en La Habana y donde aún vive mi mamá