El heladazo…con receta para hacer helado en su casa

Courtesy photoTeresa Dovalpage encontró una máquina de hacer helados White Mountain en una tienda de segunda mano.

   Endulza tu verano: la alegría de un buen helado casero

Y como todo no va a ser literature, porque tamhay que comer…¡mis aventuras con el heladazo!

Artículo y foto publicados originalmente en The Taos News

La tradición de los heladazos se remonta al siglo diecinueve. Se celebraban como parte de reuniones familiares o de la iglesia, generalmente los fines de semana durante el verano. (Confieso que he inventado el término “heladazo” porque no creo que exista uno en español para los ice cream socials. Como las reuniones para tomar tequila se llaman tequilazos, pues…)

Mi esposo, Gary James, recuerda haber asistido a muchos “heladazos” en su infancia durante los años cincuenta. Las reuniones se hacían al aire libre, en los patios o incluso en recintos feriales si el grupo era lo bastante grande.

“Imagínate media docena de tías y tíos, y una cáfila de primos jugando por todos lados,” me dijo. “Todas las tías tenían al menos una máquina de hacer helados a mano y un niño, que resultaba un ingrediente clave en el proceso. Había mesas de picnic cubiertas de pollo frito, elotes, guisos de judías verdes, puré de patatas y salsa… A veces también traían pasteles caseros. Los olores eran una cornucopia de barbacoa, frijoles y, ocasionalmente, un paquete de seis cervezas que el tío Bob se las arreglaba para colar.”

El helado era la culminación de la comida. En aquellos años, dice Gary, era posible comprar helado en la tienda, pero parte de la diversión consistía en hacerlo uno mismo.

La máquina original de hacer helados es un recipiente de metal de medio galón con manivela y paletas de madera dentro de la lata. Cuando se hace girar la manivela, las paletas se mueven dentro de la lata para mezclar el helado cuando comienza a congelarse. El mecanismo se encuentra dentro de un cubo de madera lleno de hielo y sal de roca, que asegura un patrón constante de congelación.

“A medida que el helado comenzaba a endurecerse dentro de la máquina, se hacía cada vez más difícil mantenerlo en su lugar,” dijo Gary. “Uno o más niños pequeños de la familia tenían como tarea sentarse sobre la máquina para mantenerla en su sitio durante los últimos minutos del proceso de congelación mientras aún estaban dándole vueltas a la manivela.”

Cuando el helado estaba listo, se sacaban la manivela y la lata, se abría la lata y trataban de raspar la mayor cantidad de helado posible hacia adentro, pero no siempre se podía sacar todo. Siempre quedaba un poco en las paletas.

“El regalo para el ‘sentadito’ era el honor de lamer las paletas cuando las sacábamos del cubo,” dijo Gary. “Ese helado tenía una textura que no puede ser igualada por ningún producto comprado en la tienda hoy día.”

Es posible agregar frutas como melocotones, fresas o plátanos, así como chocolate, café o lo que la imaginación te dicte para mejorar el sabor. También puedes ponerlos encima del helado después.

“Prefiero los duraznos, pero me zampo todo,” dijo Gary. “Más tarde se inventó una máquina con un motor eléctrico. Pero nunca se puede congelar el helado de forma que quede igual de duro que con las antiguas, por el calor que despide el motor. Queda más bien pastoso.”

El verano pasado, nuestro primero en Hobbs, decidimos hacer un “mini heladazo” con un par de nuevos amigos. Encontré una máquina de hacer helados White Mountain en una tienda de segunda mano e hice la receta más fácil que pude encontrar: helado de vainilla. Nos tomó alrededor de una hora entre la preparación y el proceso de elaboración del helado como tal, y otra hora para limpiarlo todo. Pero la textura suave y la consistencia delicada del helado hicieron que valiera la pena.

Abajo viene mi receta para la mejor manera de refrescarse en el verano.

   Helado de vainilla

Ingredientes:

2 tazas de “half & half”

1 1/2 taza de leche evaporada

1 huevo entero

1 taza de azúcar de caña

1 cucharadita de extracto de vainilla

1 pizca de sal

2 tazas de sal de roca

3 tazas de hielo picado (cuanto más fino se triture el hielo, mejor, pues le dará una textura más suave al helado).

1 taza de agua fría

Preparación:

Combina el “half & half,” la leche evaporada, el azúcar, el huevo, la sal y la vainilla en un tazón y mezcla todo bien. Es mejor poner la leche evaporada al final, después de mezclar el huevo, el azúcar y todo lo demás.

Coloca la mezcla en la máquina heladera. Inserta las paletas y la tapa y pon la lata en el cubo siguiendo las instrucciones del fabricante. (Si la compras de segunda mano, como hice yo, nomás busca las instrucciones en Google.) Asegúrate de que la lata esté justo en el centro del cubo.

Pon una mezcla de ocho partes de hielo picado por una parte de sal alrededor de la lata. Asegúrate de que el hielo esté compacto. Vierte una taza de agua fría sobre el hielo y la sal.

Dale algo de tiempo (de tres a cinco minutos) antes de comenzar el proceso.

Comienza a darle vueltas a la manivela. Al principio será más fácil, pero a medida que el helado empiece a congelarse, te dará más trabajo. Este proceso lleva de veinte minutos a media hora. ¡Puede ser realmente agotador! Ayuda el tener gente cerca para ayudarte a darle a la manivela. Si solo hay dos personas trabajando y no hay niños que se sienten en el cubo, uno puede poner un pie sobre éste para mantenerlo estable.

¡Y ya puedes quitar las paletas de la lata y disfrutar el helado!

Pero si lo quieres más duro, drena la mezcla de hielo y sal y reemplázala con una nueva. Déjalo asentarse durante una hora y sírvelo.

Da de 10 a 12 porciones

Asegúrate de enjuagar todas las partes de la heladera para evitar la corrosión. También puedes engrasar las partes metálicas para ayudar a preservar el equipo.