La santa luminosidad de Eight Saints

Hace cosa de dos años supe de una compañía de productos para la piel llamada Eight Saints. Una amiga que había recibido el kit con muestras gratis me lo recomendó. Tan peregrino nombre me llamó la atención y se me ocurrió probar la santidad de los tales productos, pues siempre estoy a la caza de cremas y sueros para la piel. ¡Ah, la búsqueda eterna de la Fuente de la Juventud!

                                                El suero

Empecé por el suero Seeking C (Seeking C Vitamin C Face Serum). Lo primero que me atrajo fue el aroma, cítrico y muy agradable. No me gustan los productos faciales con perfume muy fuerte, pero este es más bien suave y con reminiscencias de naranja. Y como soy hija de los trópicos, todo lo que sea naranjudo y limonero me atrae…

Al cabo de dos semanas noté la diferencia:  tenía el cutis más terso y suavecito. No diré que me quitó las arrugas porque, honestamente, para eso está el Botox, pero sí que lucía, si se me permite la tan usada palabreja, radiante. Luminosa. Husmeé en internet y vi que la vitamina C podía ser responsable de la nueva luminosidad.

La crema

Ya beatificada (o beautificada, que diría en Spanglish) con los santos, la emprendí con la crema facial, que es también a base de vitamina C (Cloud Whip Vitamin C Face Cream). Me la aplico por las noches, encima del suero. Unas manchitas oscuras (pequeñas, pero yo las veía, o si no las veía porque me las tapaba, igual sabía que estaban allí) desaparecieron en el curso de un mes. De ahí a hacerme fan de estos productos no había más que un paso, y estaba dado.

El tratamiento “iluminador”

Ahora me pongo entre el suero y la crema un producto también “iluminador”, la crema Soulmate (Soulmate Brightening Treatment), que ha contribuido a darle un tono más uniforme a la piel.  Entre los tres, el cutis me luce muchísimo mejor.

El exfoliante

Otro producto que empecé a utilizar recientemente es un exfoliante facial a base de bambú (Zen Out of Ten Bamboo Detox Face Scrub). Lo uso solo una vez, por la mañana, pues a otras horas del día prefiero un jabón suave. Me gusta porque no es irritante, como muchos exfoliantes que he usado antes.

A ver, que también me hago exfoliaciones químicas (mi favorita es la marca VIP) y empleo otros truquitos, mañas y marañas, porque a los casi 59 años se requiere más mantenimiento que hace dos o tres décadas.

En otro post les comentaré de las cremas para los ojos, pues esas merecen sección aparte.

El sitio web de la compañía está aquí.

Nota: No recibo ninguna comisión por ninguno de los productos mencionados. Como pueden ver, ¡en mi blog no hay anuncios de ninguna clase!

Los productos de Eight Saints me han parecido efectivos y a precios razonables, por eso decidí compartir mi opinión sobre ellos, algo que usualmente no hago en este espacio. Pero unas amigas, cincuentonas como yo, me lo sugirieron, y aquí les va.